Todos hemos sido anfitriones alguna vez y sabemos el estrés que puede llegar a suponer. Arreglar y limpiar la casa, tener listas las bebidas, escoger el menú perfecto, arreglarse y tenerlo todo preparado para cuando lleguen los invitados. En la mayoría de las ocasiones en las que prestamos nuestra casa para alguna reunión o celebración acabamos tan agobiados por controlarlo todo que no disfrutamos en absoluto de la velada. Y ¿qué tipo de celebración es esa? Relájate, prepara un delicioso plato con carne de cordero y sigue estos pequeños consejos que te presentamos a continuación. Los invitados estarán encantados con el menú y con anfitrión. Toma nota.
Prepara la casa
Lo primero que tienes que hacer es acondicionar la casa para recibir a tus invitados. Asegúrate de que todas las estancias donde transcurrirá la velada están limpias y bien ordenadas y que los servicios están totalmente equipados y perfumados.
Ten un bonito gesto con tus invitados y saca de los cajones, o baúl de los recuerdos, aquellos objetos que te regalaron y colócalos en un lugar visible. Haz lo mismo con tu ropa o complementos y deja que los asistentes vean que llevas puesto su último regalo de cumpleaños o Navidad. Esto les hará sentir valorados y acogidos.
Recibe a tus invitados con una sonrisa
Es posible que en el momento en el que abras la puerta estés pensando en los hielos, el horno o la cubertería, o en todo a la vez, pero una vez recibas a los primeros invitados deberás suprimir de tu cara el estrés por el que puedas estar pasando. Si te mueves rápido y estresado harás sentir a tus invitados que son una carga para ti. Así que charla de manera distendida, ubica a los invitados en una estancia cómoda y ofréceles algo de beber.
Si los invitados no se conocen entre ellos, tómate un momento para presentarlos e iniciar una conversación que puedan continuar ellos y puedan ir cogiendo confianza. Habla con todos los invitados y hazlos sentir cómodos mientras te aseguras de que todos tengan algo que tomar.
Abre boca con un buen aperitivo
El aperitivo es una parte esencial de la velada, ya que es el momento en que los invitados están empezando a entablar conversaciones y el ambiente del resto de la celebración se verá marcada por este instante. Y, para qué engañarnos, todo el mundo está deseando ver que les vas a ofrecer y qué es eso que huele tan bien.
Intenta que tus entrantes sean originales, pero no muy pesados. El objetivo de esta “picada” es abrir boca, no hacer que tus invitados lleguen a la mesa sin hambre.
Presenta unas chips de verduras, unos bombones de salmón y queso fresco, unos pinchos de piña y jamón o de tomates cherry, mozarella y aceitunas negras… Hay miles de ideas, que puedes encontrar por internet, para sorprender a tus invitados con unos bocaditos divertidos y diferentes. Lo importante es que sean fríos, para así poderlos dejar preparados con anterioridad. Aunque es posible que no te puedas resistir a servir unos ricos pinchos morunos o brochetas de carne de cordero y lechal o unos churrasquitos de cordero, bien fritos.
La hora de deleitarse a la mesa
Lo más importante a la hora de elegir el menú es adaptarlo al tipo de celebración, a la época del año y al gusto de la mayoría de los invitados. Y que el elemento principal sea el cordero o lechal, te facilitará mucho las cosas. Lo bueno del cordero es que, gracias a sus nuevos cortes, es una carne muy flexible y siempre muy sabrosa.
Si la celebración es en una estación de frío, podemos comenzar sirviendo un consomé bien calentito y reparador, que prepare el estómago para una buena pierna de cordero al horno, aromatizada con hierbas y acompañada por unas patatas o unas verduras al vapor. Un clásico que siempre entusiasma a todo el mundo, y te deja saciado y con muy buen sabor de boca.
Aunque quizás te apetezca innovar un poco. Si es así te recomendamos preparar unos medallones de pierna de lechal o un tournedó de pierna de cordero en salsa. Bien guisado, a fuego lento, respetando el gran sabor de esta carne. Un plato con el que sorprender a tus invitados de la manera más agradable.
Si, en cambio, la reunión tiene lugar durante los meses de calor, lo mejor es empezar el banquete con un primer plato suave y refrescante. Cualquier tipo de ensalada hará un gran papel, ya sea de lechugas variadas, legumbres, pasta o arroz. Como plato principal ofrece un buen churrasco de cordero dorado al horno, o unas deliciosas hamburguesas de carne de cordero y lechal, convirtiendo la mesa en un buffet libre de ingredientes para que cada uno se monte su hamburguesa perfecta completamente a su gusto. Sea como sea, el éxito de la comida lo tienes asegurado.
Sobremesa y despedida
Cierra la hora de la comida con un buen surtido de frutas y ofrece café y té a tus invitados para invitarles a quedarse charlando y digerir la deliciosa comida de la que acabáis de disfrutar. Y acaba con unos licores digestivos entre risas.
Un buen anfitrión, no sólo hace disfrutar a sus invitados, sino que también disfruta él mismo de toda la velada. Muestra a los asistentes tu gratitud por haber asistido y hazles sentir cómodos en todo momento. Pero, sobre todo, prepara una exquisita comida con carne de cordero y lechal, que deje el listón muy alto para el siguiente anfitrión.