El cordero, como ya hemos comentado en otras ocasiones, es una carne con un sabor y una ternura especial que la convierte no sólo en una carne única que disfrutar en el menú diario, sino que la ha convertido en la carne de las festividades por excelencia; y es que no podemos imaginar llevar a cabo una gran reunión familiar o una gran celebración sin contar con la carne de cordero como principal protagonista del banquete. Históricamente esta carne se reservaba para los momentos especiales por el gran tamaño de las piezas en las que podíamos encontrarla en el mercado y que hacía que los cocineros se decantaran por ella prácticamente solo para esos momentos en los que se juntaban un gran número de comensales a la mesa. Actualmente esta tendencia ya ha cambiado, gracias a los nuevos cortes introducidos por Interovic y gracias a los cuales podemos encontrar carne de cordero en porciones y formatos mucho más pequeños y adaptados a los nuevos tiempo.
A pesar de este cambio en el consumo de la carne de cordero, nada ha cambiado a la hora de contar con él en el menú que se sirve en los esos momentos de celebración que todos queremos dejar grabados en nuestras memorias; en todo caso, ha aumentado su presencia en estos eventos dado que sus nuevos cortes ofrecen un sinfín de posibilidades para degustar de la carne de cordero. Ahora ya no solo se utiliza esta carne para el plato principal, sino que podemos contar con él para aperitivos, “resopones” y barbacoas de todo tipo.
Pero si hay una celebración en la que la carne de cordero ha sido, es y será siempre la reina esa es la Navidad. Esta celebración religiosa es la excusa perfecta para reunir a toda la familia, que acude a juntarse en una misma mesa sin importar donde estén, y disfrutar del sabor de una carne excelente: la carne de cordero. Hay familias que lo comen por Noche Buena, otras en el día de Navidad e incluso hay familias que prefieren prepararlo para el Día de Reyes, pero ninguna familia española deja pasar la Navidad sin haber degustado junto a los suyos, en el calor del hogar, de un buen plato de cordero.
El día de Noche Buena marca el comienzo de esta etapa del año en la que las calles se llenan de luces, los oídos de villancicos y las casas se inundan de los ricos olores de los platos más deliciosos del año y las recetas más tradicionales; al fin y al cabo, por mucho que pasen los años, que los juguetes cambien y las felicitaciones se hagan a través del móvil, la Navidad sigue siendo una fiesta de lo más tradicional. Todos tenemos la escena en nuestra cabeza: una casa adornada con su árbol y su belén, una mesa engalanada con el color rojo como protagonista y un horno que deja escapar la esencia del sabor al que asociamos a algunos de los mejores recuerdos de nuestras vidas; el olor de la carne de cordero al horno. Este es el plato predilecto elegido por la mayoría de las familias españolas para celebrar que por una noche no importa nada más que estar todos juntos. Abuelos, tíos, sobrinos, primos y nietos que buscan un hueco en sus vidas, aunque esas vidas transcurran a cientos de kilómetros de allí, para volver a verse y disfrutar de una deliciosa comida. Una noche de paz y de amor, como dice la canción, en la que tampoco falta el marisco y unos entrantes especialmente elaborados para ir abriendo boca para el gran festín; el festín del cordero al horno. Y, una vez con el estómago lleno y los turrones en la mesa, ponerse al día, cantar, reír y brindar por una de las mejores noches del año.
Tras esta alegre y emotiva noche de reunión familiar que marca el pistoletazo de salida a la fiesta en las que más se come en todo el año, llega el día de Navidad. Normalmente todos pasamos el día de Noche Buena con una parte de la familia y el día de Navidad con la otra y, si tienes suerte, no coincidirán en el día en el que deciden comer cordero y lechal y podrás disfrutar de dos platos de cordero en la misma Navidad. Puede parecer repetitivo, pero el cordero se puede preparar de un montón de maneras diferentes y nunca sabrá igual que el anterior, aunque solo sea por la compañía. Saca tu lado creativo y prueba a prepararlo en salsa o en un guiso, sorprende a tus familiares con nuevas formas de presentación de los platos más típicos, pero asegúrate siempre el éxito utilizando la carne de la Navidad, la carne de cordero y lechal. Nosotros te proponemos esta receta: Paletilla de cordero asada. Un clásico que no debe faltar en ningún hogar en estas fechas.
Tras días de celebración parece que ya todo va volviendo a la normalidad, pero nada más lejos de la realidad, porque cuando parece que la Navidad ya ha terminado llega el día más ansiado por los más pequeños de la casa: el Día de Reyes. Ese día la magia envuelve el ambiente en todos los hogares y los niños contagian la ilusión hasta los más mayores de la familia. Éste es un día para volver a soñar y para volver a disfrutar de toda la familia antes de que cada uno vuelva a sus vidas; una nueva oportunidad de disfrutar de su compañía y saborear una nueva comida con cordero. Y es que ¿hay un mejor regalo que un buen plato con carne de cordero y lechal? Desde luego nosotros ya lo hemos apuntado en nuestra carta a Sus Majestades Reyes Magos de Oriente, como todos los años.
Y tú, ¿qué día prefieres para disfrutar del cordero? Deja que te invada el espíritu navideño y compártelo con nosotros. ¡Feliz festín de cordero! ¡Feliz Navidad!