Muchos de los cuentos que hemos escuchado en nuestra infancia, y que ahora les narramos a nuestros pequeños, empiezan con una frase parecida a las que acabamos de leer. En los cuentos infantiles siempre han tenido cabida personajes como los laboriosos pastores, los bondadosos corderillos, sus madres y una terrible amenaza encarnada por un lobo. Todos ellos han hecho volar nuestra imaginación en algún momento de nuestra niñez. Por eso, hoy hemos querido reunir algunos cuentos en los que los corderos, lobos y pastores son los protagonistas.
Érase una vez un pastor…
Seguro, que el primer cuento que te viene a la memoria es “Pedro y el lobo”. Éste nos cuenta la historia de un travieso y mentirosillo pastor. El pastorcillo era dado a gastar bromas a sus compañeros y los alertaba una y otra vez sobre los supuestos ataques de un malvado lobo que se comía los corderos. ¿Lo recuerdas? Gracias a él todos sabemos lo malísimas que son las mentiras, y las terribles consecuencias que tienen.
Por otro lado, la tradición oral ha permitido que numerosos cuentos sean transmitidos de padres a hijos. En un país donde la labor de los pastores ha sido tan importante como en el nuestro, podemos ver muchos ejemplos. “Corral de los Garañones” es un cuento canario y relata la historia de un pastor que viaja hasta la mismísima Cuba, sólo para descubrir que el mayor tesoro se encuentra en su tierra natal.
Dejando Canarias viajamos a Cantabria para recordar la fábula “El pastor y el enano”. En ella se tratan temas tan importantes como la amistad, el honor, el agradecimiento y el trabajo duro. Todo ello, en una historia donde un enano mágico, que vive en un viejo zurrón, se hace amigo de un valiente y fiel pastor. Una amistad que crece mientras cuidan de los corderos y salvan princesas.
Cuentos de hadas y corderos.
“El león que se creía cordero” es un cuento popular que sedujo a la mismísima Disney. La productora lo narraba en uno de sus cortometrajes de dibujos animados. Le puso por título “Lambert, the sheepish lion”.
Este tierno cuento nos narra la historia de un leoncito que por un error de la “Cigüeña” es criado entre corderos. A pesar de ser un león, el protagonista se siente cordero, pero sufre las risas y burlas del resto del rebaño. Sin embargo, las mofas cesan pronto, cuando Lambert se enfrenta a un temible lobo. En definitiva, una maravillosa historia con la que los niños aprenden a respetar a todo el mundo y apreciar las cualidades que existen en todos los seres, por muy diferentes que sean.
De la pluma de los hermanos Grimm nació “El corderillo y el pececillo”. Como acostumbraban los famosos hermanos, bajo este título esconden un cuento de hadas con todos sus elementos. En él hayamos a una malvada bruja, dos huerfanitos y un hechizo malintencionado que pretende separarlos. La hermana se convierte en cordero, el muchacho en pez de un estanque. ¡Para conocer el final hay que leer el cuento!
No todos los cuentos tienen un final feliz. Ejemplo de ello es la fábula “El lobo y el cordero”. En esta historia, un pequeño cordero es incapaz de disuadir, ni con la verdad, ni con razones, a un pérfido lobo empeñado en comérselo. Aunque triste, la fábula de Jean de La Fontaine pretende advertir a los niños de las personas malvadas de corazón. Por eso, si tienes la mala suerte de encontrarte a una de ellas, ¡huye! Es la mejor estrategia.
Ovejas fabulosas
Similar a la anterior, es la fábula “El lobo y la oveja”. Pero en esta ocasión, la oveja se muestra mucho más inteligente que lobo, y no se entretiene en discusiones banales. Gracias a ello, nuestra oveja consigue salvar el pellejo.
También es fabulada la historia de “El burro y la oveja”. Dos animales que viven en la misma granja y sin embargo, envidian la vida el uno del otro. La amistad sincera entre los dos surge cuando intercambian los papeles. Así, descubren cualidades desconocidas de su compañero. ¡Nada mejor que ponerse en la piel del otro para comprenderlo!, ¿no es verdad?
Un cuento moderno es el que lleva por título “Las ovejas charlatanas”. Este relato es utilizado por los maestros en las escuelas. La razón, la encontramos en su moraleja, que trata de enseñar a los niños a respetar el turno de palabra y escucharse unos a otros.
El cuento, narra los problemas de un pastor aturdido por el constate balido de sus ovejas, que lejos de escucharle, se dedicaban a hablar unas con otras y montan un jaleo tremendo. La historia también muestra cómo utilizando el ingenio, el pastor soluciona el problema y cae en la cuenta de que hasta las ovejas necesitan ser escuchadas. ¡Como todo el mundo!
Finalizamos este cuento con “La oveja peluda”. Esta ovejita era tremendamente friolera y durante años no se dejó esquilar. Como podéis imaginaros, esta decisión no está exenta de problemas. Inconvenientes que “Peluda” sufre hasta que el buen pastor la libera por fin de su pesada carga.
Nuestra tradición oral recoge muchos más cuentos, fábulas y leyendas en las que los pastores y sus corderos son los protagonistas. Si conocéis alguno más, podéis contárnoslo. Mientras, sean felices, coma perdices y carne de cordero y lecha. Y por nuestra parte, y como no podía ser de otro modo: colorín, colorado, este relato se ha acabado.