La apuesta de los consumidores por los alimentos sostenibles, naturales y saludables es una constante. Éstos, además, apuestan por descubrir nuevos sabores, texturas y alimentos. Afortunadamente, la dieta mediterránea ofrece productos que responden a esta demanda, siendo la carne uno de los más importantes.
Según el estudio elaborado por Lantern, el 89% de la población mayor de 18 años que reside en España es omnívora, frente el 7,9% que se considera veggies.
Los veggies son aquellos que apuestan por dietas veganas, vegetarianas o flexitarianas.
Los veganos son aquellos que no incluyen en su dieta ningún producto de origen animal. Más que una dieta, es un estilo de vida que busca evitar el sufrimiento, maltrato y muerte de los animales.
Mientras que los vegetarianos son aquellas personas que tienen una dieta basada en productos de origen vegetal, aunque consumen algunos productos derivados de los animales como lácteos, huevos o miel.
Dentro de la definición de veggies encontramos a quienes apuestan por seguir una dieta flexitariana. Basan su dieta en alimentos de procedencia vegetal, pero no están dispuestos a renunciar por completo a la carne de cordero u otros alimentos de origen animal.
El término “flexitariano”, incorporado en 2014 al Oxford English Dictionary, es un acrónimo de “flexible” y “vegetariano”.
Dado que el término todavía no está 100% establecido, se tiende a considerar que este tipo de dieta se refiere a una reducción parcial de consumo de carne y pescado y a un mayor consumo de productos vegetales.
Esta dieta se considera más flexible que las vegetarianas o veganas populares, y como la mayoría de las tendencias veggies, el flexitarianismo se convierte en un estilo de vida.
Permite disfrutar de lo mejor de la dieta vegetariana y la dieta omnívora porque, a diferencia de casi todas las demás dietas, no hay nada que se tenga eliminar por completo de la cesta de la compra. El flexitarianismo permite que cuando realmente apetezcan unos collares o unas chuletitas de cordero, esta dieta dice: “¡A saborear!”
Es importante destacar que quienes apuestan por esta tendencia alimentaria reconocen que la carne es una fuente importante de proteínas, grasas y micronutrientes, pero consideran necesario mejorar el bienestar animal en los procesos de producción.
¿Cuál es el perfil del consumidor flexitariano?
- Preocupación por el bienestar animal. Hoy en día se puede apostar por una dieta rica y carnes y vegetales, teniendo en cuenta el bienestar animal. Concretamente, INTEROVIC, la interprofesional de carne de cordero y cabrito, se encarga de que actualmente la carne de cordero cuente con un certificado acreditado en materia de bienestar animal. De esta manera, los animales están controlados bajo estrictos parámetros científicos que aseguran que ningún animal de granja esté expuesto a sufrir miedo, daño o dolor.
- Sostenibilidad y bienestar animal. La carne de cordero es, sin duda, una de las más sostenibles que se pueden encontrar en el mercado. Es un producto que procede de animales criados en pastoreo con razas autóctonas adaptadas a las peculiaridades de cada territorio. Lo que la convierte en la carne ideal para quienes apuestan por esta dieta.
Preocupación por comer sano. El cordero es un alimento sostenible, sano y saludable. Se trata de un tipo de carne roja que se obtiene de ovejas jóvenes, cuyo valor nutricional es rico en proteínas, vitaminas, minerales necesarios para aportar a nuestro organismo las calorías y nutrientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo en cada etapa de la vida. Estas propiedades convierten a esta carne en un alimento muy recomendable dentro de una dieta saludable.
¡Cuéntanos! ¿Conocías los beneficios de incluir cordero en tu dieta? ¿Sigues una dieta flexitariana? Si es así, recuerda incluir siempre en tu cesta de la compra carne de cordero, la mejor opción para quienes apuestan por este estilo de vida.