Si te gusta comer platos de toda la vida, seguro que eres de los que come guisos todo el año. Y es que un buen estofado de cordero con verduras entra en cualquier momento. Pero si algo tienen los guisos es que requieren de paciencia y tiempo. No podemos hacerlos de cualquier manera. Hay que dejar que todos los alimentos se integren y vaya haciéndose todo a fuego lento.
Por eso es importante tener el estómago algo lleno, una vez hayamos empezado a preparar nuestro rico estofado de cordero, puedes estar seguro de que empezaremos a tener hambre nada más oler el caldito.
Antes de empezar debes saber que tu estofado de cordero…
Necesitará entre 2 horas y 30 minutos y 3 horas de cocción. Por eso es importante que tengas todos los ingredientes necesarios listos y que no te falte de nada, para que puedas empezar cuanto antes el estofado.
Y si quieres comer a tiempo y que no se te haga tarde, estaría bien que te pongas a cocinar a media mañana, porque no se puede tener ninguna prisa al hacer un guiso.
Eso sí, para preparar todos los alimentos no necesitarás tanto tiempo. Con unos 25 minutos para pelar y cortar los ingredientes tienes tiempo más que suficiente para organizarlo todo.
Los ingredientes que necesitarás añadir a tu cesta de la compra:
- 1 pierna de cordero. En este caso, es importante que esté troceada. Así no tendrás que hacerlo en casa y dejarte el cuchillo en el intento.
- 4 zanahorias
- 1 puerro
- 1 pimiento rojo
- 2 tomates (a poder ser que estén blanditos)
- 200 g de champiñones
- 150 g de judías verdes
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de tomillo
- 2 ramitas pequeñas de romero
- 2 vasos de vino tinto
- 1/2 vaso de agua
- 1 vaso de harina
- pimienta negra y sal al gusto
- aceite de oliva virgen extra al gusto
- Mucho pan para mojar
¿Preparado? Vamos a cocinar.
Vamos a empezar con algo fácil y sencillo.
Lavamos todas las verduras y a continuación las cortamos en trozos de un tamaño medio, como 1 dedo de ancho. Piensa que estarán en la cazuela un buen rato y que si las cortas en un tamaño pequeño la verdura se te va a deshacer y no quedará como la necesitamos.
Mientras cogemos los trozos de cordero y los bañamos en harina, ponemos una cazuela a calentar con una temperatura media, tirando a alta. Antes de que esté caliente del todo, hay que poner 3 cucharadas de aceite y un par de ajos.
Cuando el aceite esté caliente, solo tenemos que esperar a que los ajos se doren. En ese momento, los quitamos del aceite y añadimos el cordero con harina. De esta forma, nos estamos asegurando de que la carne tenga mucho sabor. Cuando el cordero esté dorado, lo sacamos de la cazuela y lo reservamos en un plato.
Y ahora es el turno de poner las verduras a dorarse un poco. Ten en cuenta que tienes que añadir todas las verduras excepto los champiñones y las judías verdes. No te preocupes, los añadiremos más adelante cuando el resto se haya frito y dorado.
Pasados unos 8 ó 9 minutos ya ponemos los champiñones, el tomillo y el romero. Verás qué olor más bueno sale.
Y las judías verdes las dejamos para el final de todo el cocinado.
El turno de la carne de pierna de cordero
Una vez estén todas las verduras doradas y un poco pochadas, es el momento de añadir la carne de cordero que habíamos pasado previamente por la cazuela y que habíamos reservado a parte.
Es importante que tengas en cuenta que, una vez se añade el cordero, ya no podremos remover. Ni un poco. Porque el cordero debe de quedar en todo momento por encima de las verduras.
Añadimos los dos vasos de vino tinto, medio vaso de agua, sal y también la pimienta. Cuando empiece a hacer chup – chup, dejaremos que pasen unos 5 o 6 minutos para poder tapar la cazuela y dejarla con un fuego bajo durante las 2 horas y media o 3 horas.
La paciencia es un arte
No tengas prisa, es el momento de dejar que todos los ingredientes se fusionen y se pueda crear lentamente ese gran estofado de cordero que queremos en nuestro paladar. Cada 10 o 15 minutos puedes ir mirando cómo todo va cogiendo color y mover la olla con cuidado para no mezclar las verduras con el cordero. El movimiento hace que no se peguen los ingredientes en las paredes de la cazuela, pero sí que se integren los sabores líquidos en todas las zonas por igual.
Seguro que te estarás preguntando ¿por qué no se puede mezclar? Simplemente es para que la carne no quede abajo del todo y se acabe pegando.
Es muy posible que con el paso de los minutos veas como el caldo se va reduciendo. Tranquilamente puedes ir añadiendo vasos de agua hasta que veas que las verduras quedan tapadas por el agua.
Después de esas 2 horas y media o 3 horas ya podemos retirar la cazuela del fuego.
Y para darle el toque final añade las judías verdes y de nuevo tapa la olla. Sí, cuando esté fuera del fuego. Deja que todo repose y en unos 10 minutos tendremos nuestro estofado de cordero listo para comer.
Es el momento de coger pan y hundirlo en ese caldo del estofado.
