Nos encontramos inmersos en la época más fría del año, una estación odiada por muchos y amada por otros: el invierno. Es cierto que este período, que va de diciembre a marzo, puede ser el momento menos alegre del año; el frío y las pocas horas de luz hacen que pasemos mucho más tiempo en casa y nuestra vida social se vea reducida a la mínima expresión. Pero son estas mismas características del invierno las que hacen que cobre fuerza la comida tradicional, la comida que alimenta y reconforta; esa que sienta tan bien al estómago. Los guisos son los protagonistas indiscutibles del periodo hibernal, y es que no hay nada como un buen plato calentito que nos haga sentir bien en los días más fríos del año; y si el guiso es de cordero ¿qué más podemos pedir?
Cada estación del año tiene sus protagonistas en la cocina, dependiendo del clima y el tiempo del que disponemos para preparar los platos. Así, mientras en las estaciones más calurosas buscamos comidas más ligeras que no necesiten mucho tiempo de preparación y mucho menos de digestión, en las estaciones más frías buscamos justo lo contrario. En invierno lo que queremos es un plato que nos llene y nos caliente para hacer frente a los fríos vientos y las lluvias que nos esperan fuera; y, para eso, los guisos son el plato ideal. Para la cocina, el invierno es la mejor época del año, ya que la cantidad de tiempo que pasamos en casa puede emplearse en preparar un buen guiso, de los que se cuecen a fuego lento durante un largo rato, dejando que el sabor del cordero inunde la olla para poder degustarlo después; un placer sólo al alcance del invierno.
Ya puedes visualizarte degustando el guiso que disfrutarás mañana, ¿verdad? Pues para que tengas donde elegir aquí te damos algunas ideas de guisos con carne de cordero y lechal para chuparse los dedos.
Comenzaremos con un guiso de lo más tradicional: un guiso de cordero con patatas. Este plato resulta muy fácil de hacer y más fácil aún de disfrutar. Poco hay que explicar de un guiso como este y, aunque existen muchísimas recetas para prepararlo -quizás tantas como cocineros- hoy te prestamos nuestra receta con cuello de cordero; para nosotros la mejor opción para un plato como este debido a su sabrosísimo sabor.
Comenzaremos preparando la carne al gusto -es decir, en rodajas o ataquitos- para dorarla en una olla con un poco de aceite de oliva virgen extra y reservarla después. En ese mismo aceite, donde el cordero ha dejado ya su sabor, pochamos una cebolla morada hasta que esté bien tierna y le incorporamos unos dientes de ajo rotos. Reincorporamos entonces el cordero, le añadimos las patatas troceadas y los condimentos (pimiento choricero, pimentón, pimienta, comino, tomillo y sal); removemos un poco para que se repartan bien y después lo cubrimos todo con agua caliente. Cuando hierva, bajamos el fuego y dejamos cocer con la olla semi-tapada hasta que la salsa haya espesado, las patatas estén bien tiernas y la carne de cordero al gusto. Ya casi podemos oler el rico aroma de este guiso; así ya que sólo queda servir y disfrutar.
Nuestra siguiente opción de guiso es tan tradicional como el primero pero algo más ligero, ya que en vez de patata en esta ocasión acompañaremos la carne de cordero con verduras. Sí, estamos hablando de la tournedó guisado al vino tinto. Al igual que aconsejáramos en la primera receta, la parte del cordero que mejor sabor aporta a este plato es el cuello, pero la carne de cordero y lechal es tan tierna y sabrosa que cualquiera de sus piezas será una decisión acertada.
Esta receta consta de seis pasos bien diferenciados. Por una parte, salpimentamos los tournedós por ambas caras y pasamos por harina. En una olla exprés, calentamos un par de dedos de altura de aceite de oliva y los doramos por ambas caras, a fuego fuerte. Retiramos fuera del fuego y quitamos gran parte del aceite. Por otra parte, añadimos las verduras a trocitos muy pequeños y las pochamos en la misma olla a fuego medio. Regamos con el vino, terminamos de cubrir con agua o con caldo de ave y cocinamos en la olla exprés a fuego medio-bajo. Lo dejamos cocinar durante 30 minutos. Cuando baje la presión, sacamos los tournedós y colamos la salsa. Reducimos los jugos colados en una amplia sartén a fuego alto junto con los tournedós hasta obtener una salsa densa. Podemos corregir el punto de sal. Lavamos los espárragos, los picamos muy finos y los salteamos a fuego medio alto, sazonamos y servimos junto con los tournedós.
Por último os proponemos un clásico de todos los inviernos: las lentejas con cordero. Este plato se cocina en todas las casas españolas durante todo el invierno, ocupando un puesto privilegiado en el recetario hibernal. Hay muchas maneras de prepararlas, dependiendo de cada casa, pero nosotros hoy te proponemos unas lentejas con la carne de cordero como principal protagonista.
Para prepararlas debemos empezar por pochar una cebolla, medio pimiento y 4 dientes de ajo bien picadito en una cazuela con un generoso chorro de aceite. En el momento en el que el sofrito esté tierno añadimos la carne y rehogamos. Tras salpimentar, vertemos 3 vasos de caldo de carne, un poco de harina y pimentón y removemos bien para que no se formen grumos. Vamos a dejar que todo esto cueza durante aproximadamente una hora para que el cordero saque todo el sabor y después añadimos las lentejas para dejar cocer todo junto durante 5 minutos más. Y ya está, así de sencillo y delicioso es preparar nuestras lentejas con carne de cordero y lechal.
¿Cuál es tu guiso favorito del invierno? ¿Cuál de nuestras tres propuestas estás deseando probar? Experimenta con el cordero y todas las posibilidades de guisos que nos ofrece y ¡disfruta del invierno!