El 80% de los consumidores europeos dicen que están dispuestos a pagar más por productos producidos de manera sostenible, según una encuesta publicada por Bain & Company.
Otro dato. Según una encuesta realizada por Encuesta Sobre Hábitos de Compra y Consumo 2021 de la Mesa de Participación Asociaciones de Consumidores (MPAC): “un 93% de los españoles es consciente de que sus hábitos alimentarios tienen un mayor o menor impacto ambiental según sean estos más o menos respetuosos con el medio ambiente; a un 88% le preocupa la sostenibilidad y al 86% le gustaría contar con un etiquetado donde viera si el producto lo es realmente.”
A continuación, te explicamos otras medidas muy fáciles de adoptar para ayudar al planeta y apostar por la sostenibilidad.
Ahorro de energía eléctrica.
Apuesta por las bombillas Led de bajo consumo. Ahorran hasta un 80% de energía y duran más tiempo que las incandescentes. También te recomendamos que, cuando no estés utilizando pequeños electrodomésticos como la cafetera, el microondas… los desenchufes. Evita también dejar enchufados los cargadores de los dispositivos móviles.
En invierno o verano, evita en la medida de lo posible encender los sistemas de calefacción eléctricos como el aire acondicionado o la calefacción. Se aconseja establecer una temperatura de entre 20 y 25 grados en verano y 20 y 22 grados en invierno.
Apuesta desplazarte andando, en bicicleta o en patinete.
Si tienes que desplazarte, apuesta por el transporte público o hacerlo en patinete, bicicleta o andando. No obstante, si por determinadas circunstancias has de utilizar un vehículo privado, por ejemplo, para ir al trabajo o viajar, intenta compartir coche bien con tus compañeros o a través de aplicaciones como Blablacar. Además de ahorrar dinero, estarás ayudando al medio ambiente.
Evita el uso de bolsas de prácticos en tus compras.
Seguro que tú también tienes en cada la bolsa de la bolsa. Esa bolsa que cada vez acumula más bolsas. Ponte como reto para las próximas semanas acabar con ella. ¿Cómo? Muy sencillo. Utiliza esas bolsas para la basura, y la próxima vez que vayas a hacer la compra, no olvides llevarte una bolsa de tela.
También, a la hora de elegir los productos, apuesta por aquellos que apuesten por un packaging sostenible. Por ejemplo, aquellos que ya han sustituido su envase de plástico por otro de cartón o que directamente han eliminado el plástico.
Otra opción es comprar, si es posible, ciertos alimentos como las lentejas, el arroz, etc. a granel, llevándote tú de casa el envase.
Apuesta por las energías renovables en tu hogar.
Las principales fuentes de energía renovables para uso doméstico son la energía solar fotovoltaica, energía solar térmica, energía eólica, biomasa o aerotermia. Todas estas fuentes son sostenibles porque se pueden generar.
De todas ellas, la más accesible es la energía solar fotovoltaica. Se genera través de la instalación de placas solares. Se basa en la generación de electricidad a partir de los rayos del sol para producir la electricidad necesaria para la vivienda. Es una de las energías renovables más generalizada y más comúnmente conocida por los consumidores.
Por su parte, la energía solar térmica aprovecha la energía del sol para producir calor bien para producir agua caliente, calefacción o para la producción de energía mecánica.
Apostando por estas energías, podemos reducir el consumo de energías fósiles, disminuyendo así la huella de carbono.
Recicla y reutiliza.
La conocida consigna ‘Reducir, Reutilizar y Reciclar’, que resume los pasos para lograr un desarrollo en el que no se generen tantos residuos, sigue calando en nuestra sociedad.
La apuesta por los productos elaborados total o parcialmente con material reciclado es otra medida para ayudar a nuestro planeta. Ejemplos de ello lo encontramos en distintos sectores: moda, decoración e incluso en la industria del juguete.
Como consumidores, antes de comprar un mueble o un electrodoméstico nuevo, apuesta por uno de segunda mano. O si una prenda ya no te queda bien o ya no utilizas algún utensilio, no lo tires. Véndelo. Además de ayudar al planeta, te ahorrarás un dinero.
Desperdicio alimentario.
Evitar el desperdicio alimentario es otra medida para ayudar al medio ambiente.
Se ha convertido en una preocupación a nivel mundial, y éste es generado en distintas etapas a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumo.
Como consumidores, podemos evitar el desperdicio alimentario planificando mejor nuestra copra, almacenando adecuadamente los alimentos, prestando atención a la fecha de caducidad o calculando adecuadamente las cantidades a cocinar.
También podemos evitarlo apostando por la comida de aprovechamiento, es decir, elaborar otras recetas con lo que sobre de un guiso. En el artículo “5 ideas para aprovechar la carne de cordero que sobró” te damos distintas ideas.
Ahorro de agua.
La sequía se recrudece, mientras el agua embalsada no para de disminuir en lo que llevamos de mayo, tras el abril más árido que se recuerda, dentro de un año que ya es el “más seco de la serie histórica”, según los datos de la Aemet.
Por ello, como consumidores, debemos adoptar medidas para ahorra agua. Pequeños hábitos del día a día nos pueden ayudar a conseguirlo. Cerrar el grifo cuando te estés lavando los dientes. Ducharte en un máximo de 8 minutos y mantener el grifo cerrado mientras te enjabonas, lavar la ropa cuando esté el tambor lleno, asegurarte que ningún grifo gotea o programar el lavavajillas únicamente cuando esté lleno son algunas de ellas.
Alimentos sostenibles
Apostar por una alimentación sostenible, tal y como vimos en el artículo “5 alimentos sostenibles que no pueden faltar en tu cesta de la compra”, es una de las medidas que, como consumidores, podemos adoptar para ayudar al planeta.
Entre los distintos alimentos que podemos considerar “sostenibles”, se encuentra la carne de cordero.
La carne de cordero, lechal o cabrito es un alimento saludable, sabroso y, además, es la más sostenible gracias a su forma de producción, el pastoreo.
Al tratarse de un alimento criado en pastoreo, aporta importantes beneficios para el medio ambiente, contribuyendo a frenar el cambio climático y previniendo los incendios forestales.
Adquirir estos 8 hábitos es muy sencillo. 8 pequeños gestos que pueden ayudar, y mucho, a mejorar nuestro medio ambiente. Cuéntanos. ¿Ya los tienes en cuenta en tu día a día? Te leemos.