Hoy querremos hacer contigo un recorrido por los pueblos más emblemáticos de nuestra geografía donde el pastoreo tiene un papel fundamental en su desarrollo económico, histórico, paisajístico y cultural. Estos son Albarracín, Caleruega, Pedraza, Sigüenza y Ujué. ¿Nos acompañas?
Albarracín
Albarracín es un municipio de la provincia de Teruel considerado como uno de los pueblos con mayor encanto de España, con un casco antiguo a 1.182 metros de altitud el cual es declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Pese a sus fuertes y pendientes cuestas se ha convertido en un placer poder pasear por sus bonitas calles características llenas de curiosidades. Además, en la visita al pueblo no puede faltar la Catedral del Salvador, la iglesia de Santa María, el Palacio Episcopal, La Casa de la Julianeta, la calle Azagra, la Torre Blanca o el Museo Diocesano.
Albarracín se ha convertido en uno de los pueblos de paso de los pastores trashumantes de la Sierra de Albarracín que inician la vereda en los Montes Universales hacia el sur. Si quieres puedes conocer con detalle esta ruta en nuestra sección “Rutas sostenibles”.
Pedraza (Segovia)
En la provincia de Segovia está la villa de Pedraza. Un lugar en el que parece haberse detenido el tiempo. Quienes lo visiten deberán acceder por la única puerta de su vieja muralla, el Arco de la Villa. Un entramado urbano de grandes casonas hidalgas y palacios con escudos heráldicos nos acompañarán durante todo el recorrido por sus calles angostas hasta llegar a su Plaza Mayor. Además, en Pedraza son característicos los hornos de leña, donde se preparan los mejores lechazos de la zona.
El pastoreo es y ha sido un elemento esencial para el desarrollo de este núcleo segoviano, ya que prosperó gracias a la ganadería ovina y al negocio de la lana.
Sigüenza (Guadalajara)
Este bello municipio de la provincia de Guadalajara se sitúa en los altos del río Henares. Si por algo destaca esta ciudad es por su riqueza arquitectónica y patrimonio histórico, además de por su magnífica gastronomía. Esta ciudad se ha convertido en un destino de gran interés para los amantes de las escapadas de fin de semana.
Uno de los monumentos más destacables es su castillo o fortaleza, convertida hoy día en Parador Nacional, el cual fue anteriormente residencia de obispos hasta el siglo XIV.
Todos los visitantes de esta localidad siempre se van con tres recuerdos: su riqueza arquitectónica, su paraje natural, en concreto, el barranco de Río Dulce, y su gastronomía donde el cordero, el cabrito, las migas del pastor o la sopa castellana son los platos estrella.
Ujué (Navarra)
En la provincia de Navarra, en lo alto de una meseta, se sitúa este bello pueblo de origen Medieval compuesto por callejuelas sinuosas al pie de la cordillera pirenaica, en el que un paseo por sus calles y plazas te transportará al pasado.
Por este municipio pasa la cañada real de los salacencos, una ruta de trashumancia entre los pastos de invierno de las Bardenas y sur de Navarra y los pasos de verano del Pirineo. Además, a principios del siglo pasado, gracias al pastoreo – se contabilizaron cerca de trece mil ovejas – fue un pueblo importante económicamente.
Caleruega (Burgos)
Fundada durante la reconquista, esta población de Burgos amurallada aún conserva el torreón de los Guzmanes, el campanario y el arco de entrada de la iglesia románica de San Sebastián.
Destaca por sus bellos paisajes y lugares emblemáticos como el camino de las loberas, el escenario de los pastores de la zona y el conjunto monumental de Santo Domingo.
Estos son sólo 5 de los pueblos más emblemáticos de España donde el pastoreo sigue en activo. Seguro que conoces otros rincones de nuestra geografía dignos de mención donde los pastores siguen cuidando sus rebaños cada día. ¿Quieres compartirlos con nosotros?