Ya está aquí el nuevo año y con él 365 nuevos días para ilusionarse, reír y disfrutar de la carne de cordero y lechal. Cada año que empieza es una nueva oportunidad para ir tachando puntos de la lista de “cosas que hacer” y todos lo afrontamos con grandes esperanzas; ya que como bien reza el dicho, “año nuevo vida nueva”.
En Interovic también tenemos nuestros propios propósitos y uno de los principales para este año es llevar la carne de cordero y lechal a todos los hogares españoles. Para conseguir este objetivo, que ya nos planteamos hace un tiempo, diseñamos una guía de nuevos cortes para la carne de cordero y lechal que distribuimos entre todos los profesionales de las carnicerías de nuestro país e impartimos jornadas para mostrarles las nuevas maneras en las que vosotros, los consumidores, podrías encontrar y consumir a partir de ahora la carne de cordero y lechal.
Este año 2016 será el año en el que este sueño se hará realidad, ya que a partir de ahora podréis encontrar vuestra carne favorita en porciones más pequeñas y distintos formatos para poder empezar a consumirla los 365 días del año. ¿Todavía no conoces los nuevos cortes de la carne de cordero y lechal? Entonces sigue leyendo y empieza a pensar cuál es el primer plato que quieres preparar porque ¡tienes muchos para elegir!
Nuevos cortes de la carne de cordero y lechal.
Tradicionalmente la pieza de carne de cordero más conocida y consumida era la pierna de cordero o de lechal; una pieza de gran tamaño que terminaba por cocinarse siempre, o casi siempre, al horno. Ahora la pierna de cordero nos ofrece tres cortes más. Cuando vayas a tu carnicería habitual podrás comprar carne de pierna de cordero en medallones, en filetes o tournedó.
Los medallones, rodajas sin hueso de unos 2cm de grosor, están sacados de la pierna del cordero lechal; lo que los convierte en unos trozos muy tiernos y jugosos sin apenas grasa y un sabor suave que hará las delicias de todos los miembros de la familia. Prepáralo a la plancha, aderezados con hierbas o empanados, pero asegúrate de que la parte de dentro quede siempre rosada para conseguir de él su máximo sabor.
El filete, de unos 7mm de grosor, se extrae de la pierna del cordero recental y pascual; un corte muy tierno y fácil de preparar que, probablemente, sea la pieza más versátil de todo el cordero. Con ellos puedes hacer bocadillos, tapas, rollitos, milhojas… Un sinfín de platos sabrosos, diferentes y para todos los gustos; incluido el de los más pequeños de la casa.
El tournedó, también extraído de la pierna del cordero recental y pascual, es una rodaja sin hueso de unos 2 o 3 cm de grosor que viene envuelta con la “tela” del mismo cordero. Se trata de una pieza noble, ya porcionada para facilitar su cocinado y que queda muy elegante en el plato. Este corte es ideal para amantes de la carne “al punto”, con el centro rosado, tierno y jugoso.
De la parte baja del cordero, la falda, sacamos dos cortes que harán las delicias de los fans de las barbacoas, el churrasco y el churrasquito. Dos piezas para chuparse los dedos y repetir mientras se enfrían las brasas.
El churrasco, sacado de la falda del cordero recental y pascual, es una tira alargada de carne con hueso, correspondiente a las costillas. Se trata de una pieza que ha sido muchas veces infravalorada, pero si se cocina bien nos puede proporcionar los trozos más tiernos del cordero. Es ideal para hacer en barbacoa pero también sabe muy bien al horno o asado al vapor.
Los churrasquitos provienen de la punta de pecho de la falda del cordero recental y pascual, y son unos pequeños trocitos con hueso adobados. El secreto de esta pieza es dejarlos muy crujientes y bien escurridos de grasa una vez cocinados. Pequeños bocados que resultan de lo más adictivos.
Llegamos ya a una de las zonas más apreciadas del cordero por su intenso sabor: el cuello. Es de esta zona de donde se extraen tanto el filete de carrillón como los collares de cordero y lechal; dos piezas muy codiciadas.
El cuello, deshuesado y abierto en “libro”, viene marcado con el cuchillo y está listo para hacer a la plancha. Esta pieza, de la que se pueden sacar 2 o 3 filetes, te sorprenderá por su ternura, sabor y jugosidad. Cocínala procurando que quede bien hecha pero sin perder su jugo.
Los collares, por su parte, son rodajas o medias rodajas no muy gruesas de cuello que vienen presentadas con hueso. Son ideales para hacer a la plancha o a la brasa ya que la gran cantidad de grasa infiltrada que tienen conserva este corte siempre jugoso; también es muy buena para guisos al estilo rabo de toro. Si queréis saber cómo cocinar los collares de cordero, en nuestra sección de recetas encontraréis distintas formas de prepararlo. Una de ellas: collares guisados al vino tinto y chocolate.
Además de estos fantásticos y versátiles cortes, en Interovic hemos preparado tres productos más a partir de los recortes y carne picada del cordero lechal, recental y pascual: pinchos morunos, brochetas y hamburguesas.
Tanto los pinchos morunos (hechos con carne magra, adobados y ensartados con un pincho) como las brochetas (pequeños pinchos de carne picada especiada) son estupendos para cocinar a la plancha o a la brasa. Acompáñalas con diferentes salsas o empánalas con sésamo o quicos y experimenta con ellos.
Por su parte, esta nueva hamburguesa de cordero abrirá un nuevo mundo para este clásico alimento norteamericano. Crea tu hamburguesa gourmet con unas verduras pochadas a rodajas, con un mezclum de lechuga o quesos ibéricos, pero utiliza siempre la mejor materia prima: la carne de cordero.
Como ves todos estos nuevos cortes confieren al cordero una versatilidad que desconocías y que abre un abanico de posibilidades sin límites a la hora de prepararlo. Prueba, experimenta y disfruta de ellos. ¡Y no olvides compartir con nosotros tus creaciones!