Si te gusta disfrutar del buen comer, esta puede ser tu receta. Aunque vayamos con prisas durante toda la semana nuestro paladar nos pide a menudo comer una comida de las de dejar el plato limpio y querer repetir. De las de comer con cuchara, tenedor y cuchillo y ni hablar mientras comes.
Y eso nos lo da la cocina de toda la vida.
¿Cocinar manitas de cordero es difícil?
La estrella de nuestra receta son las manitas de cordero. Pueden parecer a primera vista algo complicado de cocinar, pero lo cierto es que no lo son. Las puedes encontrar en tu carnicería habitual listas para cocinarlas sin tener que limpiarlas. Es un tipo de corte de carne de cordero sabroso, lleno de propiedades y por eso este manjar no podía faltar en nuestras recetas.
Para que te hagas una idea, vamos a rebozar las manitas de cordero con harina y huevo y prepararemos una salsa del norte. Más conocida como salsa Vizcaína.
En cuanto al tiempo de cocinado de las manitas, tenemos dos opciones:
- Una de ellas es hacerlo con una cazuela. Llevará aproximadamente 1 hora en tener listas las manitas de cordero.
- Por otro lado, podemos hacer la versión rápida. Si utilizamos una olla exprés se tarda un total de 30 minutos.
Eso sí, calcula que unas cinco horas antes, debemos coger los pimientos rojos y abrirlos para quitar todas las semillas que lleven y dejarlos en remojo en agua templada. En remojo durante unas 5 horas antes del cocinado.
Ten en cuenta que el plato quedará listo en unas 1,5 horas aproximadamente.
Nos ponemos el delantal y empezamos preparando los ingredientes de nuestro cocinado.
¿Qué ingredientes necesitamos?
Verás, esta receta de manitas de cordero está pensada para un total de 4 comensales.
Por lo que necesitaremos un total de 12 manitas de cordero.
– 1 puerro
– 1 zanahoria
– Sal y pimienta
– 3 copas de vino blanco aprox.
– Aceite de oliva
– Sal
– Harina y huevos
– 2 cebollas blancas y 1 roja
– 2 dientes de ajo
– 1 tomate que esté maduro
– 1 hueso de jamón
– 6 pimientos rojos
– 1 trozo de guindilla seca
Manos a la cocina
Lo primero que hay que hacer es poner una olla con agua en el fuego. Antes de que empiece a calentar, debemos introducir todas las manitas de cordero dentro. Recuerda no lavarlas demasiado antes de meterlas en la olla o se perderán demasiado sus propiedades de gelatina y colágeno durante el cocinado.
Mientras se van calentando, podemos ir lavando 1 de las cebollas blancas, el puerro y la zanahoria. En el caso de la zanahoria puedes dejarle la piel si quieres, aunque nosotros se la hemos quitado.
No nos olvidemos de la olla que hemos puesto a calentar con las manitas de cordero. Ya que cuando empiece a hervir tienes que retirarla del fuego y escurrir toda esa agua. Entonces añadimos agua nueva con las manitas de cordero y añadimos también toda la verdura que hemos lavado y partido.
La cantidad de agua que debemos poner en la olla no debe de superar ni las verduras ni las manitas de cordero. Justo a ras.
Mientras se va calentando a fuego medio añadimos una pizca de sal, unos granos de pimienta a ojo (si no te gusta que pique, mejor poner poca) y una copa de ese vino blanco que has seleccionado.
Tapamos la olla exprés y esperamos unos treinta minutos. Mientras esperas, puedes tomarte también una copa de vino blanco que tienes por ahí mirándote 😉.
Pasado esos treinta minutos, debemos retirar las manitas de cordero de la olla. Pero antes, comprueba que están tiernas. Si no lo están, puedes volver a tapar la olla y darle unos diez minutos más de cocción.
Hora del rebozado de las manitas de cordero
¿Y qué hacemos con el caldo y las verduras?
Todo el caldo y las verduras que tenemos en la olla lo vamos a utilizar más adelante, así que puedes dejarlo en reposo en la misma olla para después.
Seguimos con las manitas.
Cuando ya estén algo más frías empieza el momento del rebozado. Es muy sencillo. En un plato pondremos la harina. Debe de tapar el fondo del plato. Y en otro distinto ponemos los huevos. Puedes empezar por poner tres huevos y mientras vayas rebozando, si ves que te quedas sin huevo, añades otro. Es muy importante que estos huevos los hayas batido. Si no, de poco nos servirán.
Ponemos una sartén con aceite de oliva para freír las manitas y la ponemos a calentar.
En cuanto al rebozado, hay un orden que debes seguir. Coges la manita de cordero, la pasas por la harina y después por el huevo. Y ya está.
Cuando la sartén esté caliente podemos ir friendo las manitas hasta que tengan un tono dorado. Una vez doradas, se sacan de la sartén y hay que dejarlas en un plato con papel para que absorba el exceso de aceite. Este pequeño detalle es muy importante. De esta forma, no nos quedarán unas manitas de cordero grasientas, sino todo lo contrario, crujientes por fuera y tiernas por dentro.
En su punto.
Ahora, a por la salsa Vizcaína
Cogemos esos pimientos rojos que hemos dejado en remojo durante cinco horas y con una cuchara vamos quitando su carne interior que será lo que necesitemos para la rica salsa. Y lo dejamos preparado a un lado. La piel del pimiento la podemos tirar.
Ahora, necesitaremos otra olla o cazuela. Aquí hay que añadir dos cucharadas de aceite, los ajos que te recomiendo cortarlos en rodajitas pequeñas (así quedará el sabor más repartido por toda la salsa), el hueso de jamón, la guindilla y la cebolla blanca que queda y la roja. Todo bien cortadito en láminas.
Una vez estén estos ingredientes dentro de la olla, dejamos que se vayan cocinando a fuego lento poquito a poco. Cuando veas que la cebolla está blandita y un pelín dorada, podemos añadir el tomate cortado en trozos pequeños.
Seguimos dejando que se vaya haciendo lentamente, hasta que la verdura tenga un aspecto de compota. Entonces le añadimos otra copa de vino blanco y unas dos o tres cucharadas grandes del caldo de verduras que habíamos dejado reposar. Removemos todo lo que hay en la olla y continuamos añadiendo los pimientos y las verduras que quedan en la otra olla.
Esperamos a que todo vaya reduciendo y si vemos que se queda sin caldo, podemos ir añadiendo más caldo de las verduras sin ningún problema.
Pasados unos treinta minutos a fuego medio ya lo tendremos cocinado.
Es el momento de quitar la guindilla y el hueso de jamón. Pasamos la salsa en un pasapurés para que quede todavía más cremoso y para rematar la receta, la terminamos pasando por un colador.
Una vez está el fondo colado, lo ideal sería presentar la comida en una cazuela de barro porque podremos darle unos diez minutos extra de calentado a la cazuela de barro a fuego lento, para que al llevar el plato a la mesa no se haya enfriado.
Para la presentación del plato, primero pondremos las manitas de cordero rebozadas en la cazuela de barro y por encima le vamos a ir dejando caer esa salsa tan buena.
Y ya podremos disfrutar de este manjar.