La apuesta de la ganadería de ovino por el medio rural, su cuidado y conservación es clara, lo que, además, aporta un valor añadido, que es la llegada de vecinos a los pueblos y su lucha contra la despoblación, uno de los principales problemas que hoy en día acechan al mundo rural en toda Europa.
Calles vacías, municipios sin apenas vecinos y familias que ocupen sus hogares, localidades sin bullicio. Así es el panorama en muchas zonas rurales de países como España, en el que la mayor parte de su superficie es rural pero que, sin embargo, cuenta con casi 2.000 localidades en riesgo de extinción y más de 4.000 con problemas de despoblación. Por ello, cualquier alternativa que sirva para luchar contra este fenómeno es bienvenido.
Un mundo rural que lucha por sobrevivir y en el que sus habitantes y profesionales que lo mantienen vivo cada día son los grandes protagonistas y las grandes alternativas para acabar con la despoblación. Y ahí es donde sectores como el ovino y el caprino son clave y tienen mucho que decir.
Según los datos que manejan las autoridades en nuestro país existen hoy en día alrededor de 86.500 explotaciones de ovino de carne, a las que hay que sumar las cerca de 55.000 de caprino de carne. Unos datos importantes que son una fuente de empleo y alternativa de futuro para muchas familias y muchos municipios, ya que se estima que estas explotaciones pueden generar alrededor de medio millón de empleos, una cifra nada desdeñable para un medio rural tan deficitario de moradores y trabajadores.
Relevo generacional en el medio rural
El sector del ovino y del caprino representa una actividad fundamental para el campo y las zonas rurales, ya que son una forma inmejorable de fijar población a la vez que facilita una alternativa de negocio y de empleo para muchas familias.
Tanto es así que tras un episodio tan duro de crisis económica como el pasado en España en la última década, son muchas las personas que han decidido dar un cambio radical a sus vidas y apostar por el medio rural. Personas que han encontrado en estas explotaciones un medio para salir adelante a la ver que ejercen una actividad económica con la que aportan al mercado un producto único, de calidad y muy saludable.
Muchas de esas incorporaciones son personas jóvenes que han llevado a cabo un verdadero relevo generacional en este sector, lo que ha permitido llevar a las zonas rurales donde se asientan estas explotaciones a un buen número de nuevos pobladores que se han incorporado a esta actividad. Y que, además, han aportado otros beneficios como pueden ser la modernización de las explotaciones y la apuesta por nuevas tecnologías.
Este relevo generacional se ha hecho evidente en algunas zonas de nuestro país como pueden ser los valles de Ansó y Hecho, en la provincia de Huesca, donde jóvenes y mujeres se han incorporado a uno de los sectores primarios que suponen más del 10 por ciento de la Producción Final Ganadera en España.
Mujeres en el sector ovino
Algo similar al relevo generacional y los jóvenes ha sucedido con las mujeres. Son muchas ya las que se han decidido por esta actividad económica y se han incorporado o preparado sus propias explotaciones. Un sector que ofrece grandes oportunidades a las mujeres que deseen apostar por la actividad agraria, ya que las mujeres son un colectivo fundamental para ese necesario proceso de dinamización y dinamización tanto de las explotaciones como del propio medio rural.
Por ello, el sector del ovino y del caprino se ha convertido poco a poco en un pilar fundamental para salvar el medio rural y asentar población en zonas despobladas y en los pueblos españoles, donde cada familia es bienvenida y donde la despoblación genera consecuencias como el cierre de escuelas o la falta de servicios. Además, el sector necesita apostar por la profesionalización, la innovación y la modernización y para ello nada mejor que la incorporación de personas jóvenes y mujeres que estén decididos a luchas por ello y que hagan del medio rural su hogar y su forma de vida.
Si esto es así, muchos municipios en cualquier parte del país encontrarán una alternativa viable a la desaparición o a la pérdida de habitantes y al envejecimiento de las zonas rurales. La apuesta por el sector del ovino y del caprino es la apuesta por la calidad, por un producto saludable y necesario y, sobre todo, por el medio rural y los pueblos con la llegada de nuevos vecinos y, especialmente, al evitar que los que ya están tenga que emigrar a zonas urbanas para labrarse un futuro.