En España, la carne de cordero no sólo forma parte de nuestra gastronomía, sino también de la tradición oral.
Desde el Neolítico, la cría de ganado ovino ha supuesto una de las principales formas de vida en la península ibérica. Esto ha dejado su huella en nuestro lenguaje popular. De ahí que en el refranero español encontremos tantas referencias sobre pastores, ovejas o corderos.
En este artículo vamos a repasar algunos de los dichos más populares. Muchos de ellos seguro que forman parte de tu vocabulario y los usas con frecuencia, pero seguro que desconoces su origen o su verdadero significado.
“Enero y febrero preparan el buen cordero”
Como comentamos en el artículo “¿Por qué comemos cordero en Pascua?”, el nacimiento de los corderos suele tener lugar a principios de año. De esta manera, es en primavera cuando los corderos están en su mejor momento para ser disfrutados, de ahí el valorado cordero pascual. No obstante, ello no impide que la carne de cordero sea una carne pensada para disfrutarla en cualquier momento del año y en cualquier ocasión, bien sea entre semana, preparando uno de los nuevos cortes pensados para ser cocinados “vuelta y vuelta”, o una receta de mayor elaboración para saborearla en familia.
En la misma idea que el anterior encontramos otros refranes. “Cabrito el de marzo, cordero el de enero”, “En enero, cada oveja con su cordero” recién nacido o “Cabrito de un mes, cordero de tres”.
“Ni amigo reconciliado, ni cordero dos veces asado”.
Este proverbio popular nos aconseja cómo no debemos servir un plato de cordero. Como todos sabemos, cuando cocinamos el cordero a la plancha o asado, el mejor momento para consumirlo es recién hecho. Cuando el plato se enfría, sus cualidades organolépticas se ven afectadas, por lo que aunque aún es nutricionalmente idóneo, el sabor cambia. Lo mismo con un amigo con el que la relación se ha enfriado. Desgraciadamente, casi seguro que la amistad ya no vuelve a ser como antes. Aunque no hay nada que no pueda solucionarse mientras se disfruta de unos churrasquitos de cordero o una riquísima pita de berenjena, cordero y yogur.
“Cordero que bala, bocado que pierde”.
El cordero que bala está quejándose y, por tanto, perdiendo la oportunidad de dar bocado. ¿Qué se quiere decir con esto? Que menos quejarse y más apreciar lo bueno y las oportunidades que la vida nos ofrece cada día.
“A cordero extraño, no agasajes en tu rebaño”
Este proverbio popular habla de la confianza. Antes de confiar en alguien, éste debe hacerse valer y ganarse por méritos propios nuestra confianza. Lo mismo ocurre con los corderos, si es extraño, primero permite que el rebaño confié en él.
“Levántate con el cordero y acuéstate con la calandria, y vivirás vida larga”
Quizá te resulte más familiar “A quién madruga, Dios le ayuda”, pero su significado es el mismo. Aunque en este caso, se refiere a estar despierto “de Sol a Sol”, y descansar en cuanto anochece para gozar de una vida saludable y descansada. Pero recuerda que “no por mucho madrugar, amanece más temprano”.
“La oveja mansa, cada cordero la mama”
O “de tan bueno, tonto”. Seguro que todos conocemos a alguien que es tan buena persona que, al final, todo el mundo pretende aprovecharse de él. Este dicho popular advierte de ello, de los inconvenientes de ser demasiado condescendiente.
“Cuídate de los lobos con piel de cordero”
Pocas aclaraciones necesita este refrán. Sin duda, un buen consejo para las “ovejas mansas” que citábamos en el anterior párrafo.
“Loca es la oveja que al lobo se confiesa”
Continuando con la confianza, el refrán nos advierte de la irresponsabilidad que supone confiar en alguien que sabes que no tiene buenas intenciones. Pues como bien sabemos, “El lobo y la oveja, nunca hacen pareja” y siendo muchísimo mejor que vaya “Cada oveja con su pareja”.
“Quien tiene ovejas, tiene leche, queso, lana y pellejos”.
Las ovejas son unas de las reses más provechosas. Mientras crían corderos, son excelentes productoras de leche. Esta leche que tanto aporta al sabor de la carne de lechales recentales y pascuales es además rica en nutrientes. Por sí sola puede constituir un buen alimento. Además, de ella se obtienen sabrosos quesos. También la lana o los pellejos curtidos desde siempre han sido aprovechados para otros fines, como la producción de tejidos o los colchones de lana. ¿Quién no recuerda esos colchones de lana cardada?
“A la ruin oveja la lana le pesa y al ruin pastor, el cayado y el zurrón”
¿Cuántas veces no nos hemos encontrado con cosas en casa que guardamos durante años sin saber muy bien para qué? Al final, lo único que sirven es para ocupar espacio y acumular polvo. De esto habla este dicho popular, de la importancia de deshacernos de aquello que ya no nos aporta nada, como la lana de la oveja en verano.
“En mayo tira el pastor el sayo”
Seguro que te suena: “Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”. Pero tiene también su versión de pastores. Con la llegada del buen tiempo, en el mes de mayo es cuando el pastor se atreve a dejar la ropa de abrigo. Antes corre el riesgo de pasar frío en su trabajo. En esta línea, también podemos citar “Ni por frío ni calor, dejes la manta, pastor.” En verano, no será para abrigar, sino para echarla a tierra para el descanso del pastor.
“Con los soles, todos son pastores.”
Con el buen tiempo, parece que todos quieren ser pastores, pero en tiempos de frío, lluvia u otras inclemencias, nadie se presta voluntario para este sacrificado oficio. Quien quiera ser pastor, deberá estar a las “duras y a las maduras”.
“Reunión de pastores, ovejas muertas”.
Quizá el más famoso de los refranes aunque no se conozca realmente su verdadero significado. En ningún caso quiere dar a entender la confabulación de los pastores contra las ovejas, más bien al contrario. Su significado real es que si los pastores desatienden sus obligaciones charlando en lugar de atender a los rebaños, es probable que estas terminen muriendo por la falta de cuidados.
“La oveja, detrás de la reja”, “El agua de enero, cuchillo para el cordero” o “Si la niebla se apodera del Sol, mal día te espera, pastor”, son sólo algunos más de los refranes que forman parte de nuestra tradición cultura y de nuestro amplio refranero español. Seguro que conoces alguno que no hayamos citado, si es así, te invitamos a compartirlo con nosotros.