Características de la ruta:
Acceso:
La ruta parte desde la carretera que une las poblaciones de Helechosa de los Montes y Villarta de los Montes, aproximadamente a unos 11 km desde el puente de Helechosa.
Recorrido:
La ruta nace en el collado de Navacerradilla, justo en el límite de los términos municipales de Helechosa de los Montes y Villarta de los Montes, transcurriendo sus primeros 2 km, que a la postre serán de ida y vuelta, por tierras de esta última localidad. Al entrar de nuevo en el término de Helechosa la ruta se bifurca, dirigiéndose primero hacia el collado del Azorejo y después paralelo a la garganta de mismo nombre, hasta el mirador de las Poyatas.
Vuelve a entrar en el término de Villarta para, recorriendo la ladera de la sierra de la Lobera, regresar al punto de partida. Se trata por lo tanto de una ruta circular cuya única dificultad reside en la distancia y en que supera algunos desniveles pronunciados, pues por lo demás transita por pistas de tierra en muy buen estado. Es, por tanto, una ruta idónea para practicarla en bicicleta.
Entorno:
La ruta transita por bosques de pino piñonero y resinero, exceptuando las zonas de pedreras donde subsiste vegetación original de encinas, alcornoques, quejigos, madroños y especies arbustivas como jara, brezo o romero. Lo mismo ocurre en el valle que forma la garganta del Azorejo, que presenta hermosas vistas y frondosas manchas de vegetación muy bien conservadas.
Toda la ruta ofrece buenas posibilidades de observar ciervos y jabalíes, sobre todo la zona del Azorejo y el mirador de las Poyatas, donde además será fácil ver el vuelo de grandes rapaces como el águila real, buitre negro y leonado, águila culebrera, alimoche, águila perdicera y de otras especies como la cigüeña negra o la chova piquirroja. También resultará fácil observar otras aves como rabilargos, zorzales, palomas torcaces, collalbas negras, golondrinas dáuricas o arrendajos.
El mayor atractivo de esta ruta es el paisajístico, pues a las espectaculares vistas que ofrece el mirador de las Poyatas, literalmente colgado en un roquedo sobre el Guadiana, se suman las de la garganta del Azorejo y las de la sierra de la Lobera, especialmente en la zona de la Hoja de la Lobera, que permite perder la vista hacia el sur en la cola del pantano de Cíjara.